martes, 30 de junio de 2009

Capítulo 4

En el capítulo anterior... los hermanos Asdwersad seguían en la fábrica de galletas Oreo, buscando al Sr. Espialidoso, el perro, hasta que llegaron al despacho de Jotaperejual, en la Oficina de Objetos Perdidos. Cuando abrieron la puerta, una luz les cegó, pero Jasoias, gracias a sus pupillas deterioradas, consiguió ver lo que allí había. Lo que producía tanta luz era... un enorme foco enfocado hacia la puerta! (tchan, tchan, tchaaaan!). Pero el foco no estaba puesto para que iluminase la puerta, si no para iluminar lo que había encima de una mesa, la cual estaba entre el foco y la puerta, por eso la luz llegaba hasta los hermanos Asdwersad. Lo que había encima de la mesa era... un queso. Un queso, nada más que eso. Al lado de la mesa, había un tipo sentado en una silla. Vestía con una camiseta de tirantes y encima de ella una camisa hawaiana abierta. Llevaba un bañador y como calzado las típicas sandalias con calcetines que tan de moda ponen los guiris en nuestras playas. Era joven y llevaba gafas de sol para protegerse de la luz que emanaba el foco, ya que no dejaba de mirar el queso. Jasoias, to pillao, decidió hablarle.

JASOIAS: Eh! Tu!
TIPO: Ostras! No os había visto! Esperad.

El hombre apagó el foco y encendió una lucecita para que los hermanos Asdwersad pudiesen entrar y ver. Juasi, Jasoi y Jasoias entraron a la sala, que aparte del queso, la mesa, la silla y el foco, no tenía nada más. El hombre se presentó.

TIPO: Hola, soy Jotaperejual, ya puedes dejar de decirme "TIPO".

Si, claro, mucho mejor Jotaperejual que Tipo, muchas gracias.

JOTAPEREJUAL: Pues eso.
JUASI: Hola, somos los hermanos Asdwersad y estamos buscando a nuestro perrete, Supercalifragilistico. ¿Lo has visto?
JOTAPEREJUAL: La verdad es que no. Llevo siete años encerrado en esta oficina, intentando conseguir mi ansiado objetivo.
JASOI: ¿Qué objetivo?
JOTAPERJUAL: ¿Véis este queso? Le ha dado tanta luz y tanta calor que suda.
JASOIAS: Es cierto, pero no es nada raro, yo crío cabras y hago quesos y que suden no es algo extraordinario.
JOTAPEREJUAL: Si, pero a la gente, cuando suda mucho, se le marcan los pezones.
JASOI: ... Madre mía, menudo enfermo.
JOTAPEREJUAL: Yo quiero ver como se le marcan los pezones a un queso, por eso estoy aquí, con el puto foco todo el día! Desde hace siete años! Y, ¿sabéis que? Hace poco conseguí ver como a ESTE queso se le marcaban un poco los pezones. Estaba en pleno extasis!! Pero entonces...
JUASI: ¿Entonces que?
JASOI: Pero no le des bola, ¿no ves que está fatal?
JOTAPEREJUAL: Entonces... King África vestido de Papá Noel creó el Apocalipsis y tuve que volver a empezar!!!
JASOIAS: Pobre...
JOTAPEREJUAL: Sí, y ahora- ...

Oye, en serio, voy a dejar de llamarte Jotaperejual, ya estoy harto, que padres más cabrones tenías.

JPJ: Haz lo que quieras, yo seguiré con el queso.

Parecía que Jotaperejual iba a volver a encender el foco pero Juasi tuvo una idea de esas chorra que tenían los hermanos Asdwersad y le ofreció un trato a JPJ.

JUASI: Eh, tío, creo que podemos ayudarnos mutuamente.
JPJ: Sí?
JUASI: Ambos tres odiamos a King África también, porque por su culpa las cebras han dejado de ser animales blancos con rayas negras para ser animales negros con rayas blancas. Por eso te proponemos venir con nosotros, a destruirle. Te ofreceremos protección.
JPJ: Y cambio, que queréis?
JUASI: Que nos ayudes a encontrar al perro de Jasoias.
JASOIAS: Hola.
JPJ: Mmm... de acuerdo!

Y dicho esto, los cuatro se pusieron en marcha. Jotaperejual conocía bien la fábrica, y su oscuridad y tenebrosidad no le asustaban (aunque aseguraba que estaba hasta las pelotas de la sintonía de Oreo). Fueron andando hasta que llegaron a una enorme sala, donde había miles de cintas transportadoras, llenas de cajas de Oreo y de galletas Oreo sin caja que iban de un lado para otro. La maqunaria era muy ruidosa y había las típicas y tópicas ruedas dentadas que daban vueltas. De pronto, Jasoias levantó la mirada al cielo, y señaló hacia arriba, gritando:

JASOIAS: AZUMBAWEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!
JUASI: Que pasa Jasoias?
JASOIAS: Nada, pero necesitaba hacerlo.

Siguieron andando por esa enorme sala, pero no encontraban nada. Decidieron parar para desayunar y se sentaron en un espacio vacío entre máquinas. Pillaron cajas de Oreo y empezaron a comer. Jasoi, que era de comer poco, terminó rápido y se alejó un poco, a ver las cajas de Oreo pasar. De repente, Jasoi se dió cuenta de que una de las cajas se movía. Volvió a mirar, y vió que no era una caja, sino que era Supercalifragilistico Espialidoso, que era llevado por las cintas junto con las galletas Oreo que aún no estaban en cajas.

JASOI: Ay mi madre!
JUASI: Que pasa, Jasoi!?
JASOI: Ese no es tu perro, Jasoias?
JASOIAS: No, el mío es más oscuro.
JASOI: Que no, fijate bien.
JASOIAS: A ver... coño! Si que lo es! SUPERCALIFRAGILISTICO ESPIALIDOSOOOOOOO!!

Ese grito desgarrador de Jasoias activó a los hermanos germanos Asdwersad y a Jotaperejual, que se movieron entre las máquinas y cintas, para llegar hasta el perrete. Se acercaban, pero la cinta iba muy rápido. Se dieron cuenta que esa era la cinta de las galletas Oreo bañadas, y el Sr. Espialidoso se acercaba horriblemente a una muerte por baño en chocolate blanco (lol, yo también quiero). Jasoias, en un ataque de desesperación, se subió a la cinta que llevaba a su perro. Y entonces ocurrió algo... Y ese algo es... es...

...

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lunes, 29 de junio de 2009

Capítulo 3

En el capítulo anterior... dejamos a los hermanos Asdwersad en un momento de gran angustia, encerrados en una gran sala, dentro de la fábrica de Oreo, donde estaban buscando al pero Supercalifragilistico Espialidoso escuchando la sintonia de Oreo a todo volumen. Ni Juasi ni Jasoias podían hacer nada, pero Jasoi estaba a punto de hacer algo, algo que les salvaría... Jasoi se empezó a andar... y llegó hasta la ruedecita del volumen, la giró hasta silenciar la sala, y todo volvió a la normalidad. Y diréis "pues que chorrá". Pues si, pero chaval, hay crisis económica, y de ideas también. Juasi y Jasoias agradecieron a Jasoi que les salvara y salieron por una puerta, siguiendo su camino en busca del perro de Jasoias. Llegaron hasta unas escaleras que subían, y se pararon a preguntar.

JUASI: Perdonen, señoras escaleras, saben ustedes- ...?
ESCALERAS: Por favor, estamos ocupadas subiendo, no molestes.

Así que cogieron el ascensor y llegaron hasta la terraza. Allí salieron por fin al aire libre. La terraza era enorme y estaba desierta. Ya era de noche, y se veía un cielo oscuro, pero algo romántico.

JASOI: Que cielo más bonito, hoy los aviones brillan más que nunca.
JUASI: Cierto. Eh! Mirad! Ahí hay un tipo!

Juasi, el hermano mayor, estaba señalando hacia un hombre de avanzada edad, que estaba cerca del borde de la terraza, mirando hacía abajo, al vacío infinito. Jasoias dió un respingo (lo que viene a ser que dió un mini-bote con cara de sorpresa) y paró a sus hermanos. Jasoias ponía cara de "madre mía, que cosa más misteriosa voy a contaros" así que los otros dos hermanos callaron y escucharon.

JASOIAS: Cuenta la leyenda, que en esta lúgubre fábrica de Oreo, uno de los empleados decidió un día subir hasta el tejado, es decir, donde estamos ahora, a hacer algo. Pero cuando estuvo arriba, se olvidó de lo que iba a hacer y se quedó absolutamente quieto, intentando recordar.
JUASI: Ajá. Y?
JASOIAS: Coño, que puede que sea el tío este.
JUASI: Es verdad! Vamos a decirle algo.

Los tres hermanos germanos se acercaron con cuidado al hombre que miraba hacia abajo. Este se dió cuenta de su presencia y se giró, con la mirada perdida y una leve sonrisa en la cara. Juasi se adelantó, y empezó a hablar.

JUASI: Hola!
HOMBRE: Hola.
JUASI: Como está?
HOMBRE: ... Muy mal, gracias por recordarmelo.

Y dicho esto, se lanzó al vacío. Los hermanos Asdwersad corrieron a ver como se piñaba contra el suelo, pero no consiguieron ver nada. Al cabo de unos cinco minutos oyeron un leve "puf!" y decidieron hacer un minuto de silencio por él. Al cabo de diez segundos de toses y miradas extrañas, Jasoias habló.

JASOIAS: Bueno, Juasi, te has cargado una leyenda, felicidades.
JUASI: Gracias.
JASOI: Lo mejor será que volvamos abajo.
JUASI: Si, será lo mejor.

Tras esta estúpida escena, los tres hermanos volvieron al piso inferior, por donde andaron durante un buen rato. El enrarecido aire y la tenebrosa oscuridad se habían hecho menos pesados, pero seguían teniendo la musiquilla de Oreo metida en el cerebro. Llegaron al fin a una puerta, donde había un cartelito que decía:

"Señor Jotaperejual - Oficina de Objetos Perdidos"

JASOI: Aquí tiene que estar Supercalifragilistico!
JUASI: No hay duda, entremos.

Juasi se acercó a la puerta y la golpeó un par de veces. Esperaron unos momentos y esta vez fue Jasoi quien golpeó la puerta. Nada ocurría, así que Jasoias decidió... volver a golpearla. Tras un buen rato haciendo turnos para golpetear la puerta, decidieron que lo mejor sería intentar abrirla. Efectivamente, nada más girar el pomo y aplicar presión hacia dentro, la puerta sorprendentemente se abrió. De golpe, una increíble luz blanca y cegadora salió de dentro de la habitación, dejando a los hermanos Asdwersad totalmente anonadados. Esa luz no les dejaba ver nada... al menos a Juasi y a Jasoi, porque Jasoias tenía unas retinas totalmente atrofiadas por culpa del viento campestre, y esa luz no le estrobaba nada. Es más, el pequeño de los Asdwersad consiguió ver lo que había dentro. Y lo que vió... lo que vió fue... fue...

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domingo, 28 de junio de 2009

Capítulo 2

En el capítulo anterior vimos como King África creaba el caos en Floodlandia. Bueno, lo cierto es que hubieron unas elecciones y salió elegido un presidente, pero eso también causó el caos (obviamente) aunque no es tan gracioso como imaginarse a King África vestido de Papá Noel y destruyendo el país cantando "BOOOOOOOMBA!". Quedaros con lo que queráis. El caso es que nuestros tres valientes hermanos germanos Asdwersad, se fueron, como decía, a un lugar. Ese lugar es lo que se le llama... LA TERRIBLE FÁBRICA DE GALLETAS OREO! (*rayos y truenos*). Allí se fueron, junto con Supercalifragilistico Espialidoso, el perro, y entraron, con gran valor y una linterna, adentrandose en la fábrica. Solo se oían los gritos de angustia, de pánico, de la gente que allí se había perdido. Era un lugar lúgubre, y la puñetera canción del anuncio resonaba todo el rato: "Oooooreooo, oreo, oreo..." Me diréis que no es para echarse a llorar. Juasi, que no tenía sentido del olfato, soportaba mejor todo esto, porque el hedor a cadáveres no le molestaba. Pero Jasoi, el mediano, era muy impresionable, y sus piernas no dejaban de temblar.

JASOI: OMG, me quiero largar ya!
JUASI: Tranquilo, falta poco ya.
JASOI: Para que? :C
JUASI: Para... em... diselo, Jasoias.
JASOIAS: Pues para... esto... diselo, Supercalifragilistico.
SUPER: Guau guau... guau... gu... guau?
JUASI: A mi no me mires.
JASOI: Oh, por las barbas de Norris! Nos hemos metido aquí dentro y no sabemos ni por que!
JUASI: Bueno, seguro que al final encontraremos la razón de todo esto.
JASOIAS: Mirad hermanos! Ahí veo una luz! Por el camino de la derecha!
JUASI: Entonces vamos por la izquierda.

Siguieron andando, sin pausa, por los oscuros pasillos de la fábrica. De pronto, alguien abrió una puerta, y empezó a entrar corriente de aire. Jasoi y Jasoias empezaron a estornudar y a gritar para que cerrasen la puerta. El pobre Supercalifragilistico salió volando y desapareció en la lúgubre oscuridad de ese lugar. Juasi, aprovechando que su nariz estaba totalmente atrofiada porque de pequeño de metía demasiado el dedo en la nariz, se lanzó, con todas sus fuerzas, y consiguió cerrar la puerta. Tras este momento de pánico, hicieron recuento de bajas, y en ese instante se dieron cuenta que el Sr. Espialidoso había desaparecido.

JASOIAS: NOOOOOOOOOO!! SUPERCALIFRAGILISTICO ESPIALIDOSOOOOOO!
JASOI: Bueno, vale ya tanto grito, sabes perfectamente que tengo los tímpanos perforados.
JASOIAS: Mi perrete... :(
JUASI: Claro! Ahora lo entiendo todo! Hemos entrado en la fábrica para salvar a Superca... a tu perro!
JASOI: Si no hubiesemos entrado, su perro no se hubiese- ...
JUASI: A CALLAR! Vamos a buscar el maldito chucho.

Así que los tres hermanos germanos Asdwersad siguieron andando, hasta llegar a una gran sala, muy alta y muy ancha, con unos grandes ventanales. El silencio era agobiante. De pronto, se cerraron todas las puertas, y de las paredes salieron unos grandes altavoces. Una voz sensual, de GPS, empezó a hablar.

GPS: Hola. Y, adiós.

De pronto, de los altavoces, empezó a sonar la sintonía de Oreo, a todo volumen, creando así una melodía totalmente mortal que dejó a nuestros "heroes" totalmente destrozados. Ese sonido era totalmente demoníaco, algo abrumador, destructor, que dejó a los hermanos Asdwersad totalmente fuera de combate... excepto Jasoi, el mediano. Sus tímpanos estaban perforados, y eso era más doloroso para él que para cualquier otro, pero acostumbrado a los gritos que daba su hermano pequeño en el campo, criando ovejas, consiguió soportar ese malévolo ruido y hizo algo que salvó a todos... lo que hizo fue... fue...

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sábado, 27 de junio de 2009

Capítulo 1

Erase una vez que se era, tres hermanos germanos que vivían en Floodlandia, país muy muy lejano, de esos que sabes que existen pero porque te lo han dicho y no quieres que piensen que eres tonto. Del palo "Eh, seguro que no sabes donde está Floodlandia!" "Pues claro que lo sé, flipao, al ladico mismo de Liechtenstein". Pues ahí, ahí vivían los hermanos Asdwersad. Los tres hermanos germanos eran felices como perdices felices, y tenían todos ellos un trabajo digno. El mayor, Juasi, era basurero, trabajo muy valorado en Floodlandia y para el que se necesitaban más de un doctorado para acceder a él (y también prescindir del sentido del olfato, cualidad que tenía Juasi). El mediano, Jasoi, trabajaba de funcionario. Su trabajo consistía en... er... esto... bueno, no estoy muy seguro, pero cobraba bien y tenía mucho tiempo que dedicar a su huerto, con el que se sacaba unos eurillos más. El pequeñajo, Jasoias, era pastor de cabras, y tenía un perro muy bonico, que se llamaba Supercalifragilistico, y de apellido Espialidoso (hijo de los Espialidoso de toda la vida). Estos tres hermanos germanos tenían una característica muy chiripitifláutica, y es que ambos tres eran ambidiestros y tenián los pies planos. Eso era algo muy atractivo en Floodlandia, así que siempre tenían a más de una chavala cerca, haciendo sonrisillas, y miraditas, y movimientos de pelo, y todas esas polladas que salen en las pelis porno.
Todo estaba muy tranquilo en Floodlandia, hasta que un día, dejó de estarlo. Algo extraño sucedió... NAVIDAD LLEGÓ EN VERANO! Pero lo peor de todo es que no Papá Noel era... King África! Obviamente, llegó el apocalipsis y Floodlandia se convirtió en un territorio donde mandaba el caos y la destrucción. Había robos, asesinatos, por la tele solo daban programas del corazón, y las cebras dejaron de ser animales blancos con rayas negras para ser animales negros con rayas blancas. Por suerte, los tres hermanos germanos Asdwersad, tenían el poder de recuperar la paz y la maldita monotonía a Floodlandia, así que Juasi, Jasoi y Jasoias se pusieron en marcha, junto con su perro Superetc. hacia un lugar que solo ellos sabían... y ese lugar... es...

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