miércoles, 1 de julio de 2009

Capítulo 5

En el capítulo anterior... vimos como Jotaperejual, el calienta quesos, se unía a los hermanos Asdwersad en su cruzada contra King África. Los cuatro, consiguieron encontrar a Supercalifragilistico Espialidoso, el perro, en las cintas transportadoras de galletas Oreo. Pero no conseguían llegar hasta él, y se acercaba peligrosamente a ser bañado en chocolate blanco. Entonces, Jasoias, hizo algo increíble, fuera de lo racional... se subió a la cinta él también!! (chachachaaaaaan). Y lo mejor de todo es que se dió cuenta de que así le era más fácil llegar hasta su perro. Dicho y hecho, Jasoias, el pequeño de los Asdwersad, agarró a su perrete, con una felicidad inmensa. Pero la cinta seguía avanzando, esta vez con Jasoias, que acariciando al Sr. Espialidoso, no se daba cuenta de que su dulce muerte se acercaba. Sus hermanos le gritaban desde abajo, pero nada, Jasoias estaba demasiado preocupado acariciando al perro. De pronto, en un arranque de heroicidad gratuita, Jotaperejual se subió a una cinta y placó a Jasoias saltando desde ella, lanzando a el pequeño de los Asdwersad y a su perro lejos de la muerte. Poco a poco se levantaron mientras Juasi y Jasoi iban a su encuentro.

JUASI: Jotaperejual! Has salvado a nuestro hermano y su estúpido perro!
JASOI: Jotaperejual! Has salvado a- ...
JUASI: Ya lo he dicho yo.
JASOI: Cierto.
JPJ: No ha sido nada, es más, ni tan solo me daba cuenta de lo que hacía. En realidad yo quería ver como quedaban llenos de chocolate blanco.
JASOIAS: Te debemos la vida.
JPJ: Pero... que os digo que no lo he hecho queriendo!
SUPER: Guau guau, guau!
JPJ: De verdad, sin darme cuenta!

Por cierto, soy el único que no entiende lo que dice el perro? Al haber salvado a Supercalifragilistico ya podían salir de la fábrica, así que Jotaperejual decidió llevarles hasta la salida. Por el camino tuvieron que matar a un dragón, burlar a un trol y destruir el Anillo de Poder, pero eso son chorradas sin interés con las que no voy a quitaros tiempo. Al fin, salieron al fresco aire contaminado y pisaron el duro y agradable asfalto. Juasi, Jasoi, Jasoias, Supercalifragilistico Espialidoso y Jotaperejual se pusieron en marcha, rumbo a la capital de Floodlandia, Baxcity. Allí era el núcleo de destrucción y caos creado por King África. Se pusieron en marcha, cantando alegremente canciones tristes para hacer más llevadero el viaje. Cuando se hizo de noche, pararon en un motel de carretera, to feo y asqueroso, donde las cucarachas tenían sillones VIP. Hablaron con el recepcionista, un jorobado muy simpático al que le faltaban todos los dientes de abajo.

JOROBADO: Hola.
JUASI: Hola, queríamos habitación para pasar la noche.
JOROBADO: Cuantoz zoiz?
JASOIAS: Cinco.
JPJ: No, hombre, somos cuatro.
SUPER: Guaaau???
JOROBADO: Las habitacionez zon de doz, uno de vozotroz tendrá que compartir cuarto con otro huézped.
JASOIAS: Yo con Supercalifragilistico Espialidoso!
JUASI: Yo con Jasoi!
JASOI: Yo también!
JPJ: Ay que me lol! Y yo que?

De pronto, una mano tocó la espalda de Jotaperejual. Este, sobresaltado, se giró, y vió ante él a nada más y nada menos que al Calvo de la Once. Jotaperejual se bajó las gafas de sol, para verle mejor, y el Calvo aprovechó para soplarle polvito en la cara, mientras una voz de chica decía susurrando "Que la suerte te acompañeeeee..." Los hermanos Asdwersad empezaron a reirse de Jotaperejual.

JUASI: Creo que le gustas...

El Calvo de la Once giró sus atractivos ojos grises hacia los hermanos Asdwersad, que callaron al acto, to giñaos. El Calvo volvió a mirar a Jotaperejual, que se estaba quitando polvo de los ojos. El de la Once hizo un gesto con los dedos, y la voz de chica volvió a hablar, siempre susurrando.

VOZ: Estaré encantado de compartir habitación contigoo...
JPJ: Vaya... pues vale.

El Calvo de la Once sonrió benignamente y el jorobado volvió a hablar.

JOROBADO: Vale, uztedez doz tiene la diez.
JPJ: Gracias.
JOROBADO: Uztedez tendrán la ocho.
SUPER: Guau!
JASOIASO: Eh! Quiero pillar yo las llaves!
JOROBADO: Y uztedez la zeizzzzzzzzzzzzzzzzz.

Con esta última palabra, Juasi y Jasoi podían darse por duchados durante toda la semana. Juasi pilló las llaves mientras se quitaba la saliva de los ojos y Jasoi se dirigió a las habitaciones, dejando un rastro de babas por allí donde pasaba. Jotaperejual y el Calvo de la Once ya estaban en la habitación y Jotaperejual empezó a desnudarse para meterse en la cama. Mientras hacía esto, el Calvo de la Once no le quitaba ojo, sentado con su traje negro y su piel gris en la cama. Jotaperejual estaba un poco giñado, pero siguió desnudandose. Entonces, el Calvo de la Once dijo algo... algo que dejó a Jotaperejual totalmente sorprendido... lo que dijo fue... fue...

...

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